La maga sellada
Ya no había ningún
indicio de luz en esa fría cueva, con cada paso que daba la flama en sus manos
se iba extinguiendo, mas no podía volverse si quería cumplir su objetivo.
Tropezó nuevamente, como las tantas veces desde que entró a ese tenebroso
lugar. La joven comenzó a dudar de la aclamada leyenda cuando, respirar se le
complicó.
«¿Cómo se me
ocurrió buscar sola la esencia de la maga fundadora?» se volvió a preguntar «ah
si… ya lo recordé» se respondió recordando el desastre de afuera.
Mil años
después de la fundación del reino, este entró en crisis por las malas
decisiones del actual gobernador, un tirano que enloqueció, ya hubo varios
intentos de destronarlo, pero había un pequeño gran inconveniente, todos los de
sangre real son poseedores de magia con un poder incomparable.
Solo hubo
una persona tan poderosa como el primer rey y esa fue la maga fundadora, hay
quienes dicen que su poder era hasta superior que la del linaje real, pero ella
desapareció hace más de mil años. Aunque existe la leyenda de que su esencia se
esconde en lo más profundo del reino esperando el momento adecuado para
resurgir. Aunque también la leyenda dice que esta solo se revelará a quien sea
digno de ella. Muchas personas se aventuraron en busca del poder, pero no se
volvió a saber de ellos.
«¿y si no es
ahora, cuando será?» se cuestionó siguiendo con su camino. Volvió a tropezar,
cayendo y apagando la débil flama, un recuerdo fugas de todas aquellas personas
que la abuchearon cuando se propuso salvar al reino llegó a su mente, siempre
se burlaban de ella por no tener talento para la magia, y lo recalcaba al no
poder reencender una mísera flama.
Talvez para
demostrar que sí era capaz de lo que sea, más que para resolver los problemas
del reino, lo más probable es que ella tampoco será la indicada.
Un fulgor
proveniente de lo más profundo alumbró el camino mucho más que su débil flama,
esperando que fuera lo que estaba buscando, corrió con todas las fuerzas que le
quedaban tropezando más de una vez, hasta que llegó al lugar, parecía una bola carmesí,
emanaba tal poder que hacía temblar al que estuviera en su presencia.
-
¿Quién
eres y porque estás aquí? – una voz femenina retumbó en las paredes.
-
Ah…
soy Alice y estoy buscando a la maga fundadora – exclamó cayendo al suelo.
-
Hum…-
la voz se volvió más tenue- ¿Por qué me estas buscando? –aquella fuente de
poder con forma de una mujer poniéndose en cuclillas para observar mejor a la
joven.
-
Tu
eres… - la joven no pudo creer lo que veía- no… primero, el reino la necesita
gran maga fundadora- exclamó la joven sacudiendo su cabeza.
-
¿es
eso así?
-
¡Sí!
El actual rey es un loco tirano, por
favor préstenos su poder para salvar al reino, ¡como en la leyenda!
-
¿Cómo
en la leyenda dices? - respondió tras guardar silencio por unos segundos-
Realmente no estoy entendiendo del todo tus palabras ¿Por qué querría yo salvar
a este reino? - la mujer rio a lo bajo- además no solo el actual rey, todos
fueron unos locos tiranos que solo quieren poder, y por último no creo que esas
sean tus verdaderas razones o al menos no las únicas.
-
Pero
la leyenda dice que usted ama tanto al reino que se quedó para protegerlo –
exclamó haciendo caso omiso a lo último.
-
Entonces la leyenda esta mal, aunque, sí fue
el amor lo que me llevó a esto.
La joven se preguntó
si todo ese recorrido fue una pérdida de tiempo y que volvería sin haber
conseguido nada.
-
Oh,
ya entendí- habló la mujer – ¿eres alguien tan débil que necesita de otros para
hacer cualquier mínima cosa? ¿estas intentando demostrar algo? Por alguna razón
esa es la impresión que me das… te pareces un poco a Evan, solo que mucho más
débil que él.
-
¿Evan?
– pregunto sin pensar.
-
Oh,
ustedes no lo conocen así, ¿se te hace conocido el primer rey? – la mujer no
espero la respuesta de la joven – sí, tú también pareces estar sedienta de
poder, pero al contrario de él, no haces un esfuerzo por ti misma, solo viniste
a un lugar remoto persiguiendo una leyenda que bien podría ser una farsa, o ¿me
equivoco?
La joven se
quedó muda, preguntándose si la maga dio en el clavo.
-
Claro…
que me… esfuerzo- pronunció con voz quebrada.
-
Entonces
mi significado de esfuerzo es arcaico, supongo que así debe ser de todos modos
ya pasaron más de mil años – la sonrisa de la mujer se amplió – ahora que lo
pienso se siente raro hablar con alguien después de tanto tiempo, supongo que
podríamos hacer un trato.
-
¿trato?
-
Sí,
yo cumpliré tu pedido, te prestaré mi poder para salvar el reino de ese tirano…
-
Enserio…
- la joven fue interrumpida, justo cuando sus esperanzas comenzaban a elevarse.
-
Pero,
tú debes liberarme apenas ese hombre desaparezca- la joven la miró sorprendida,
si su esencia seguía intacta era por un sello, pero como podría ella
deshacerlo- oh, no me mires así, es un hechizo tan simple que hasta tu podrás
hacerlo, de todos modos, el sello que me mantiene cautiva esta deteriorado por
el paso del tiempo… bueno al menos eso es lo que creo que estas pensando… y que te parece, ¿lo aceptas? – era una oferta
demasiado buena para ser verdad, asintió frenéticamente- pero claro, habrá una
gran consecuencia si te niegas a liberarme cuando yo cumpla mi parte, haré que
veas y sientas lo mismo que yo antes de morir.
La joven se
petrificó al escucharlo, ni siquiera podía imaginarse que podría ser.
-
Oh,
no pongas esa expresión, ni siquiera lo has escuchado aun- rio la maga – en el
ocaso del día cuando mejor no podía estar, fui apuñalada con el arma de la persona
que más amaba, sin ver ni la más pequeña pisca de sentimiento en sus ojos – la
mujer se desvaneció – no somos monstruos te termina doliendo más de lo que
imaginas – la luz tomó la forma de un pájaro que se posó en el hombro de la
joven, mientras su voz retumbó dentro de su cabeza, con un tono melancólico, y
un gran poder la rodeaba- con esto se cierra nuestro trato- la chica comenzó a
perder el conocimiento por el abrumador poder a su alrededor, escuchó la voz de
la maga una vez más antes de quedarse dormida- Eso fue lo último que vi antes
de morir.
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